Tu ausencia es asfixia.
Bocanadas de barro
hundiéndome en el lodazal
de mi mundo
Tu ausencia es vertigo.
Asomado a la sima
de la distancia que nos separa,
incapaz de cruzarla.
Tu ausencia es deseo.
Tea que se consume
en nuestra hoguera apagada,
avivada por el soplo de tu roce
Tu presencia, jugo, lapiz y Luna.
Vasija de la que bebo
para sentirme renacido,
grafito con el que escribo
este verso inacabado
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