/* Esto es la redirección */ /* Finde de la redirección */ eScritos iRregulares: marzo 2015

domingo, 15 de marzo de 2015

"La verdad corre más que tú"
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Meticulosamente recortaba los papeles que iba extrayendo del archivador de fuelle. Los recibos impagados, los “dispone Ud de .. “, los apremios, los avisos de descubierto, la notificación de embargo para - a continuación - depositar los cuadraditos ceremoniosamente en la bolsa de basura que tenía a su lado. Cuando terminó, la bolsa no estaba tan siquiera terciada y sonrió pensando: “Toda una vida y no lleno ni media bolsa de mierda”.
Dejó la tijera en el cajón y recorrió la casa comprobando que persianas y puertas estaban cerradas. En la cocina aseguró la llave del gas y dejó la vacía nevera abierta para que no cogiera olores. Tomó la mochila y tras dejar la nota en la entrada, bajó el interruptor principal eléctrico. La casa quedo muerta. Su casa. Tan exhausta como él. Antes de abandonar el portal, metió las llaves en el buzón y deseó que alguien tuviese una buena idea antes de reventar la puerta.
El paseo no fue largo. Tampoco excesivamente corto. Realmente no sabría ponerle tiempo pues el tiempo nunca había tenido que pagarlo. En la playa, buscó un sitio recogido, dio cuenta de la botella y abrió el pastillero. El Dr. Quiroga le había prohibido más de una y media por la noche. “Sólo cuando te vengas muy, muy, abajo y para venirte muy, muy, arriba al día siguiente” le había dicho. Cogió las siete y contándolas de memoria se las fue tragando. Tenía diez minutos.
Se desnudó, guardo la ropa en la mochila no fuera humedecerse y fue a la orilla. El agua fría mordió los tobillos. Tras él, borboteaban las luces de la playa y frente a él, el mar rompía como el pasar de las hojas de un periódico. Apretó los puños pensando en sentir el frío agua, pero no fue. Solamente era agua. Comenzó a nadar y pronto todo, fue agua.
Y nadó, nadó, nadó ..…