/* Esto es la redirección */ /* Finde de la redirección */ eScritos iRregulares: junio 2011

miércoles, 29 de junio de 2011

La noche me trae la muerte.


Mi cadáver yace,
hinchado y azul,
flotando en la corriente voraz,
transportado hasta la orilla del día.

Me enfrento a mí
ante la hoja blanca
y de nuevo me siento
como un prometeo vacío.

He de morir en sueños
para despertar,
renacido,
mañana,
y de nuevo olvidar mi ser
en el centro de la espiral
que gira en torno a mí.

Reencontraré el vacío de mi pecho
en el erial silencioso
de los pensamientos solitarios
cuando de nuevo me pregunte:
¿dónde estas?

Antes de morir en sueños
para despertar,
renacido,
mañana.

lunes, 27 de junio de 2011

Ridículo

Menguo y me consumo en mi tristeza
al descubrir que no soy hijo adoptivo de las palabras
sino un bastardo.
El hijo de la criada al que se le permite acariciar los juguetes del señorito mientras ella los guarda en el baúl de su cuarto a la hora del baño.

Me creí igual, parejo, similar. 
Pensé que sólo por pisar los mismos pasillos adquiría su elegancia, 
que por usar su misma pluma podría expresar el dulce ensueño de la inocencia o la llama roja de la ira. 
Que aspirando su delicado perfume se enjuagaba mi aliento tosco.

Ahora, admiro la belleza en manos de otros. 
En seis palabras encierran seis vidas y en seis frases, seiscientos sentimientos. 
Miro las mías… y sólo descubro vacío.

Soy lo que soy. 
Sólo un narcisista que se masturba mentalmente en el espejo de sus creaciones inútiles.

Hoy, siento un ridículo máximo.

jueves, 23 de junio de 2011

La ansiedad ...

... es el camino mas corto entre dos fracasos.

El contenedor

Hoy por la mañana busqué al barrendero y le pregunté si habría encontrado una estima perdida por el barrio alguno de estos días. El, apoyó su antebrazo en la escoba, se ajustó la visera y entrecerrando los ojos pensó durante unos momentos. Finalmente negó con la cabeza. Me dijo que la semana pasada sí había encontrado un perdón  “…que por cierto, estaba roto”  y una vergüenza – posiblemente - perdida. "Acercate al contenedor de reciclaje por si alguien la hubiese dejado allí".

Nunca me había interesado mucho el contenedor negro, ya sabéis, el de los sentimientos reciclados. Confieso que es la primera vez que me acercaba a él y ahora comprendo porque lo situan lejos de las zonas transitadas. Al abrir la tapa emanó un olor nauseabundo. Aguante la respiración y asomé la cabeza. Unos odios y rencores que se estaban pudriendo dentro eran los responsables del aroma.  A través de la penumbra neblinosa del interior, vislumbré una timidez que se afanaba por esconderse tras un par de arrogancias que intentaron inflarse al verme. Varias alegrías languidecían mustias y unos primeros amores juveniles en descomposición habían soltado un pringoso liquido almibarado de color pastel. Aparentemente, ni rastro de mi estima. Una impaciencia comenzó a intentar ascender arañando las paredes lisas. Solté la tapa y se cerró: plof!

En fin. Tendré que ver si  me hago con otra. Aunque tampoco es que me preocupe demasiado. Ser un cero a la izquierda tiene sus ventajas.

viernes, 17 de junio de 2011

uLTimamente

Últimamente paso mucho tiempo conmigo mismo
y mi compañía empieza a parecerme insoportable.
Últimamente me hablo a menudo
pero mi charla me aburre, 
conozco como acaba  la historia.
Últimamente el final de una  sonrisa
es como el despertar de un mal sueño.
Últimamente,
todo es como siempre.


jueves, 9 de junio de 2011

Silencio

Silencio en el desvelo nocturno
donde disonantes mis pensamientos
acaban amontonados en cúmulo
que las olas van deshaciendo.

Silencio cuando camino solo
y me canta el viento al oído
siguiendo el compás que marca
el timbal del flujo de mi sangre.

Silencio en los parados
que se cruzan a mi paso,
cabizbajos, desaliñados,
con las manos en los bolsillos.
Buscando en el oráculo
de la punta de sus zapatos
la respuesta a la pregunta
de cual será destino.

Silencio en la mirada del mendigo
que olvida que no hay futuro
mientras enturbia sus recuerdos
con un cartón de vino barato.
Como la niña que esta liando,
antes de entrar al colegio,
no importará cuanto llegue tarde
después de la primera calada.

Silencios que habitan
escondidos en nuestros bullicios.
Silencios que nos hablan,
silencios que nos gritan,

Tan sólo debemos callar.
Entonces podremos oírlos.

miércoles, 1 de junio de 2011

Vacío

Me hurgo por dentro y mis dedos se tiznan de gris.
He ansiado tantas veces la pequeña muerte entre el vergel de tu pubis,como tantas me has condenado a sobrevivir anclado en el yermo de tu espalda.

Vacío, giro en el torbellino oscuro del sumidero de mis pensamientos.

En otro tiempo, mi amiga botella me habría consolado oyendo los penares de mi mente, como una puta vieja atiende a un borracho impotente, pero ahora, cuando el cobrador tiempo presenta facturas por los excesos pasados, no me queda otro remedio que afrontar mi acompañada soledad en solitario.

Lástima que el deseo no se pueda incluir en la lista de la compra.