Apagar la llama
8 de Diciembre de 1980 decía el matasellos. El
cartero le explicó que había aparecido durante la reforma de la sede central y
aún tras casi cuarenta años extraviada, el servicio postal decidió hacerla
llegar. Ella no vivía en la dirección, pero sí su madre, que había indicado su
domicilio actual.
Reconoció la letra del sobre al instante y el pulso se le
aceleró recordando sus besos. Pero a través de la bruma encendida escuchó a su
marido trajinando en la cocina y a su hija cantando en el baño.
“Lo siento.
Es un error. Aquí no vive nadie con este nombre”
Onomástica
“8 de Diciembre de 1980, soltero, asalariado, domicilio,
Nif…. de acuerdo, todo parece correcto. Le explico el procedimiento. Ahora
tramitaré su solicitud y en un par de semanas nos pondremos en contacto con Ud.
para que se persone de nuevo en este Registro aportando la documentación. Se
verificará la misma y cuando le indiquemos, deberá acudir de nuevo para recibir
el certificado. A partir de ese momento notificaremos el cambio a los diferentes
organismos y será efectivo. Por cierto, ¿ha escogido ya un nuevo nombre Sr.
Lennon López?”
Olvidar
8 de diciembre de 1980 fue la fecha en que nació. 12 de
junio de 1988 hizo la primera comunión. 6 de septiembre de 1999 comenzó la
carrera. El 3 de agosto de 2003 se casó y dejó de estudiar. 14 de enero de 2004:
nació el primer nieto. 27 de octubre de 2005: el segundo. El 25 de enero de 2006
los enterré. El 19 de marzo de 2007 lo condenaron. Ahora pasea delante de mi,
disfrutando el segundo grado y el filo en mi bolsillo me grita que hoy comenzaré
a olvidar las fechas.
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