Las semillas de bondad
son transparentes
como agua de regato.
Allá donde quedan,
quizá germinan
quizá dan fruto.
Pero cuando alguién te ofrece
su oloroso jugo
y te alimenta,
entiendes,
que transparente
no es inútil.
/* Esto es la redirección */
/* Finde de la redirección */
Nunca es inútil sembrar semillas,bonito pensamiento!
ResponderEliminarSiembra y recogerás, un abrazo.