/* Esto es la redirección */ /* Finde de la redirección */ eScritos iRregulares: Ya está....

martes, 6 de septiembre de 2011

Ya está....

uNo

Ssssssssssshhhhhhhhhhh..... ya está,
ya está....
cariño.
Así ,
sí, así, mi amor... tranquilo...

no....


Con delicadeza depositó la cabeza pelada del niño sobre la almohada y besó la tibia frente. Lo arropó con la sábana y tapándose la cara con las manos comenzó a sollozar. Él apagó el monitor cardiaco y se acercó tomándole el pulso en el cuello. Cuando comprobó que no había, hizo ademán de taparlo con la sábana pero ella le retuvo cogiéndole de la mano: “Nó. Todavía no”. Por un instante quedaron estáticos: él de pie en la cabecera, ella sentada con su mano sobre la suya. Todo el silencio del universo concentrado en aquel cuarto.

- Como quieras. Quédate un rato más con él -  dijo el hombre soltándose. - Llamaré al hospital -

Quedó llorarando apoyada en la cama mientras salía de la habitación llena de peluches, carteles infantiles y medicinas. La vitalidad de la estancia contrastaba con la soledad esparcida por el resto de la casa. No había fotos en los pasillos, los armarios casi huerfanos y en el fregadero la comida precocinada para microondas se mezclaba con los restos del menú económico del restaurante chino.

En el salón abrió un aparador y cogiendo la única botella de licor que había, apuró un vaso de un trago. Se acercó al ventana, tomó aire y buscó un número en el teléfono al que llamó.

Soy Emilio Gonzalez, con el Doctor Fuentes en planta 2, por favor.......
¿Doctor? Ha fallecido. Sí. Gracias, el pequeño ahora por fín descansa. ¿Podría encargarse Ud de...? De acuerdo. De nuevo gracias, está siendo un momento muy duro. Le veo ahí, entonces


Tras colgar, cerró los ojos e inclinó la cabeza. Difusamente, oyó llegar su llanto.

dOs

Una semana después de la incineración quedaron a la entrada del edificio. La empresa de limpieza había hecho un trabajo exhaustivo. Cuando abrió la puerta del cuarto, sólo encontró cuatro paredes reconocibles por su color pastel y la cenefa de dinosaurios. En el resto del piso había algún mobiliario o las lámparas, pero nada había quedado en aquella habitación. En una metáfora vital, había insitido en que tenía que quedar absolutamente vacía y así lo habían hecho. Apagó las luces y salío. Le esperaba abajo, en el portal.

- Todo listo. Cualquier día de estos nos llamará el notario para que vayamos a firmar la  venta. Ahora dejaré las llaves en la agencia y les diré que lo pongan todo en marcha.
- ¿Como esta …?
- preguntó ella
-Vacía, absolutamente vacía. No queda nada nuestro ahí arriba.... ni de él.

Se miraron. Aquel momento era la despedida. En los ultimos cuatro años se habían perdido en la agonía de la desdicha y quizá ninguno de ellos quería volver a empezar con semejante carga de sufrimiento a sus espaldas. Así lo habían decidido ya hacía algunos meses atrás, pero en aquel momento en que sus ojos se encontraron, la balanza se equilibró. El la abrazó, pero ella tras un instante sin corresponderle, lo rechazó separándolo. 

- Nos vemos en la notaría. Adiós - y comenzó a andar acera arriba. La vió alejarse y antes de perderla de vista, echó un último vistazo al portal y se marchó en sentido contrario.

tREs

- Y esto ...es lo mejor -  y abriéndole la puerta le cedió el paso. Era un amplio cuarto rectangular con una ventana por donde la luz entraba a raudales. Ella entró y abrió una de las puertas de el armario. Al ver que disponía de cajones interiores sonrió girándose hacia él.

Es fantástica. Ahora mismo ya tengo el color de las paredes -
- Bueno ….. veremos … eso depende de su nuevo inquilino. Quizá el azul no sea un color apropiado si es una señorita …. - dijo mientras frotaba suavemente la redonda y todavía poco promiente barriga de su esposa. “ Ven, ven a ver el salón. Se puede ver la plaza “  y salió del cuarto.

Ella se quedó mirando las paredes. Veía huecos donde estarárían colgados estanterías y cuadros

- ¿La plaza? La plaza y el campanario. Es magnífico. Aún no me lo creo - exclamó él desde el salón interrumpiendo sus pensamientos.

Juntos, se asomaron cogidos por la cintura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario